En el campo de mis abuelos, las comidas eran un festín y se comía muy bien. El comedor era espléndido y la mesa siempre estaba puesta a la perfección. Éramos un promedio de 15 personas entre primos, tíos, hermanos, padres y abuelos, y cuando todos habíamos terminado de comer el plato principal, mi abuelo pedía el plato de sopa. Delicioso, era fundamental para él y, sin excepción, preguntaba si alguno se quería sumar. Mi primo Gustavo era uno de los que aceptaban y nosotros lo inmovilizábamos con la mirada porque no terminábamos más: hasta que no se servía el café, nadie, nadie tenía permiso para levantarse. Hoy, de grande, disfrutaría cada minuto de esas comidas, pero a los 15 años quería que todo fuera muy rápido.
La primavera está cerca, pero no llegó; aprovechemos los últimos días para disfrutar de ricas sopas.
– Sopa fría, gazpacho andalúz
– Sopa caliente, Borsch de remolcha ó soup d`onion de cebolla gratinada
– Sopa de postre: de chocolate banco y frutos rojos
Hay recetas de sopas riquísimas de Dolli, Donato, Borja, Christophe ó Juliana López May…
Podemos utilizar diferente vajilla, platos, tazas, bowls y mucho más. ¿Por qué no utilizar esa sopera y cucharón que nos compramos y que nunca le encontramos el momento? Pan casero y rica sopa.
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