Descubrí los gustos de este apasionado de la moda y el dulce.

Mi plato preferido de Alta Costura es la tarta nupcial que realizamos para 61 maneras de decir sí, mi última colección de Alta Costura.
Si me tengo que quedar con un producto de la gastronomía española, elijo el jamón de pata negra, pero la verdad es que disfruto de toda la comida.
De la francesa me quedo con los tomates rellenos que solía hacer mi abuela muy a menudo.
Si fuera un ingrediente, sería algo dulce, seguro.
Jamás me sentaría a cenar con alguien que no disfrute con la comida.
En las hornallas no tengo ninguna especialidad,básicamente porque no sé cocinar, aunque me encanta comer. Como mucho soy capaz de prepararme una tortilla francesa.
Lo más extraño que me atreví a digerir fueron saltamontes, fue en México. Allí no resulta tan raro.
La gastronomía que menos me gusta es la enrevesada, no me van las propuestas que son demasiado complicadas.
El aroma gourmet que me vuelve loco es el de la vainilla, como en mi perfume.
Si me preguntás cuánto cuesta un menú en McDonald’s… no sabría responderte, no tengo ni idea. Pero sí sé cuánto cuesta una baguette en una panadería.
No recuerdo la cuenta más cara que he pagado porque no suelo mirar el precio si la comida es buena. Se trata de intentar disfrutar la experiencia al margen del dinero.
Mi restaurante favorito de Francia era Casa Olympe, en el 9º arrondissement de París, pero lamentablemente cerró. Ahora hay unos cuantos que me gustan, pero no tengo ninguno preferido.
Quien mejor me ha dado de comer en mi vida ha sido, sin duda alguna, mi abuela.
Mi heladera puede estar vacía, pero siempre encontrarás en ella algún dulce.
Mis manías gastro tienen que ver con el postre, tengo que tomarlo siempre. Como demasiados pasteles.
Tuve el honor de diseñar una botella de Coca-Cola, y la chispa de mi vida es mi trabajo.
Me encanta beber agua fresca, es una fuente de salud.
Pero si sólo pudiera beber un líquido, lo que me resta de existencia elegiría el champán.
Mi último brindis fue hace poco, en el Life Ball en Viena.
Mi bocadillo preferido son los sándwiches de té ingleses.
El mejor sitio de Francia para disfrutar de un croissant es mi dormitorio, me encanta tomar el desayuno en la cama.
Nunca me he ido sin pagar de un restaurante. Mejor dicho, no recientemente.
He cenado en casa de muchas celebrities, pero prefiero cenar con mis amigos. Aunque es verdad que algunos son muy conocidos. No te diré cuál de ellos cocina mejor, porque soy un caballero.
Mi cóctel favorito es el gin-tonic, algo sencillo. Y mi lugar idóneo para tomarlo es una isla, y preferiblemente al sol.
Si he de elegir entre tortilla española o tortilla francesa… ¡me decanto por la española, por supuesto!

Vía Elle.