Sí, ya se fue el calor pero no importa, la cerveza es bienvenida todo el año. Siempre se disfruta y es una excusa muy buena para cortar con la rutina aunque sea un ratito, no es necesario estar dos horas sentado, podés hacer algo rápido de media hora y seguir con lo tuyo. Me gustaron estos tres lugares en particular porque son nuevos, relajados, pero muy precisos en lo que hacen.
En las terrazas del Buenos Aires Desing está Camping, el primer biergärten del país. La idea es simple, una especie de jardín de cerveza típico alemán, mesas comunitarias y algo de verde. Si refresca te ofrecen ponchos y mantas o sea que el clima no es excusa. ¿Algo fabuloso? La música del lugar la podés poner vos a traves la red del lugar.
La popularidad de Nola no se puede creer. Todos los días, a partir de las 7 de la tarde se llena. Se llena nivel gente sentada en los descansos de otras casas. Lo vale. La cerveza artesanal, las sodas saborizadas (miel y jengibre), y la comida son geniales. Se especializan en gastronomía cajún y todo gira alrededor del pollo: picada de pollo frito, sandwich de pollo, gumbo. Me encantó también el pan de maíz. Tenés que ir.
Recién estrenado, Blue Dog es otro buen lugar para ir a tomar cerveza. Hay muchas variedades pero me encantó una especial con miel y romero. Imposible irse sin probar el camembert relleno y las bratwurst (salchicha alemana). Escandaloso de rico.