Donatella Versace, tras pasar sus largos días en cuarentena, entusiasmada en volver a trabajar dijo; “El mundo ha cambiado y nosotros hemos cambiado. Hemos estado repitiendo esto casi como un mantra durante meses, pero al final del día, para un diseñador esto significa comenzar desde el principio «
Describió la nueva colección como, “Con un alma optimista”, dijo que su desafío era darle sentido a la moda en un momento histórico como este.
Versace organizó su espectáculo transmitido en vivo, cerrado al público y al que solo asistió el personal. Creando un perfecto ambiente representado por una ruinas imaginarias de Atenas, con corrientes de agua fluyendo por sus paredes proyectas. Se trataba de los restos de un mundo desaparecido.
Donatella quería hacer algo distinto, disruptivo, que rompa con las reglas del hoy, ya que lo que funcionó hace meses, hoy no tiene sentido. Esto significó llevar el ADN de Versace a una nueva realidad.
Ella, titula la nueva colección como “Bajo el mar de archivos”, una metáfora ideal para un nuevo mundo de maravillas diversas, dándoles vida en un poderoso elenco mixto.
Cuando se le preguntó cómo imagina el papel de Versace en el panorama post pandémico, dijo como «un ejemplo de inclusión, apoyo mutuo y aceptación de lo que es diferente de nosotros»