Un poco de amor verdadero para este miércoles gris.
Iris Apfel tiene 93 años y es un ícono de la moda, razón para ser la protagonista de un documental sobre su vida, dirigido por Albert Maysles.
Un reconocimiento a la mujer que convirtió sus grandes lentes y su gran colección de accesorios en una estampa personal.
Se inició como camarera hasta que le llegó la oportunidad de acercarse a una barra, lugar en el que encontró su pasión y profesión: la coctelería. A partir de entonces, fue jefa de la barra del Gran Bar Danzón, gerenció espacios como Radioset y Casa Cruz y dictó cursos de coctelería.
¿Qué objetos coleccionás? Me habías comentado algo de vasos.
Colecciono vasos, copas, copitas, shots, de todo..
¿Qué te inspira?
La sorpresa.
En Buenos Aires hay espacios que sorprenden, uno de ellos es Kiria Boat House, un restaurante privado flotante ideal para un encuentro único de 12 personas sentadas en una mesa espejada. Está ubicado sobre una plataforma flotante y su estructura es totalmente vidriada, fabulosa para mirar el cielo, el río y también los edificios increíbles que la rodean. Otro aspecto divertido es que hasta podemos llegar en góndolas. Casi como en Venecia, pero en el Dique 1 de Puerto Madero.
Disfrutar un almuerzo, un té ó simplemente el atardecer con una copa de champagne, sintiendo que estamos en otro mundo.
Alejandro Goñi, su chef, elabora un menú de 5 pasos acompañando cada uno con exquisitos vinos. “Inquieta y con productos de estación”, así define Alejandro su cocina y lo cierto es que cada plato sorprende por su diseño original, al estilo Jackson Pollock.
El movimiento continuo y suave del agua, nos muestra que estamos realmente embarcados en una aventura que vale la pena disfrutar.
En este espacio increíble me encantaría que escuchen a mi gran amiga Delfina Oliver, una de las cantantes de jazz más reconocidas de la escena nacional, que nos presenta su último disco Buenos Aires Bebop grabado junto a un puñado de los más destacados músicos del género.
Algunas de sus versiones de estos clásicos…
En Buenos Aires hay dos lugares pequeños y muy adorables que me despistan y casi que me creo en Francia. Uno es la Boulangerie Cocu, una panadería fabulosa en la que podés comer algo o, como hago yo, comprar para llevar. Increíbles croissants, pain au chocolat, quiches y uno de los mejores pan de brioche de la ciudad. Adoro pasar y stockearme de panes, una tostada gruesa de brioche con queso o mermelada; es un plan en el que siempre me apunto.
El otro lugar está muy cerca, a dos cuadras, y es un bistró con pocas mesas, que sirve en su mayoría platos elaborados con productos orgánicos. A Nos Amours abrió hace algunos años en la esquina de Araoz y Gorriti, es chiquito con decoración simple y en sus mesas hay libros de poetas franceses. Está buenísimo para ir una noche con amigos, la carta es acotada pero precisa; riquísimo el conejo con vegetales.
Claro que mientras escribía este posteo busqué música francesa que me gusta y armé una playlist que comparto. Es inevitable, pensás en un lugar soñado y querés sentir su música, su ruido. Adoro ser turista en mi propia ciudad, descubrir y disfrutar lugares. Acuérdense, no es necesario viajar tan lejos para armar nuestra propia aventura.
Para armar una reunión no es necesario gastar una fortuna en bebidas. Se puede, por ejemplo, preparar una minicarta de tres tragos con buenas opciones. Las variantes y formas de cruzarlas son infinitas, pero hice una especie de lista con mis favoritos. Acordate tené a mano mucho hielo!
- Cynar
Con jugo de pomelo.
- Aperol Spritz
Sólo necesitas una rodaja de naranja, un cuarto de Aperol Spritz, Prosecco ó champagne Brut, soda y hielo.
